viernes, 18 de julio de 2014

Brújulas


Para orientarnos nos valemos de referencias. En nuestra vida cotidiana, estamos acostumbrados a emplear referencias como el cruce de dos calles, una persona, o una puerta. En el medio natural, la referencia fundamental para orientarse es el NORTE de la Tierra.

Y aquí es donde la brújula cobra un gran protagonismo, pues es un instrumento esencial para conocer, en todo momento, dónde se encuentra el Norte Magnético.

Nos podemos orientar de muchas maneras, podemos “fiarnos” de nuestra intuición o de nuestra experiencia previa en un lugar conocido, observar ciertos indicios naturales, emplear otros medios más “avanzados tecnológicamente” como puede ser el GPS, pero nada es más sencillo, práctico, económico y fiable que el uso combinado de una brújula con un plano.

¿QUÉ ES UNA BRÚJULA Y PARA QUÉ SIRVE?

Una brújula es un instrumento que, esencialmente, consta de una aguja imantada, colocada sobre una base o soporte y que gira libremente, de manera que uno de los extremos de dicha aguja siempre nos señala el Norte magnético de la Tierra. Su funcionamiento se basa por tanto en el propio magnetismo terrestre.

Gracias a ello, sirve para conocer, en cada momento, en qué situación nos encontramos, respecto a los Puntos Cardinales.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN

El primer uso conocido de la brújula data de hace miles de años, en China, allá por el Siglo IX, cuando era empleada por los navegantes chinos para conocer y determinar las direcciones en mar abierto. Antes de que se inventara la brújula, los navegantes se orientaban empleando como referencia la posición de ciertos cuerpos celestes (el sol, la luna, algunas estrellas,…)

La invención de la brújula coincidió con la observación de que una pequeña pieza de magnetita (un mineral compuesto de un óxido de hierro) siempre giraba y se alineaba en dirección norte-sur si se colocaba flotando sobre un trozo de madera en un tazón de agua.

Este “invento” rudimentario adquirió una mayor precisión al inventarse la aguja de la brújula, una delgada tira de metal que se magnetizaba al ser frotada con un imán y que se colocaba en equilibrio sobre un eje que le permitía girar libremente.

La brújula moderna, que conocemos hoy en día, se desarrolló a finales de la década de 1930, cuando el limbo estándar de la brújula lleno de aire se rellenó con aceite. Esta innovación eliminó el rápido y errático comportamiento de las primitivas agujas magnéticas, al amortiguar su movimiento, y mejoró considerablemente la precisión y fiabilidad de las brújulas.

TIPOS DE BRÚJULAS

Existen muchos tipos de brújulas, todas basan su funcionamiento en el mismo principio, es decir en el magnetismo terrestre y el comportamiento de una aguja imantada ante él. Pero la forma en que están construidas y los elementos auxiliares de que constan, para realizar diversas mediciones, diferencia a unos tipos de otros.

En principio, como instrumentos para orientarnos en la naturaleza, nos interesan dos tipos fundamentales, las llamadas brújulas cartográficas y las brújulas lensáticas.

La brújula cartográfica, de orientación o de base transparente, es un tipo de brújula diseñada para ser empleada conjuntamente con un mapa y obtener rumbos sobre él, de ahí su nombre, puesto que la base transparente en la que va alojada permite ver el mapa si la colocamos sobre él.

La brújula cartográfica permite también obtener rumbos a partir de elementos reales, que sean visibles en un momento dado y que queramos emplear como referencia, pero no resulta tan precisa como la brújula lensática

La brújula lensática, militar o de marcha, está diseñada para obtener rumbos con más precisión a partir de elementos reales que se encuentren a la vista, de ahí que su principal diferencia (al margen de no tener la base transparente) respecto a la cartográfica es que dispone de una mira que se usa conjuntamente con una pequeña lente, de ahí su nombre, para obtener dichos rumbos permitiendo “apuntar” hacia la referencia deseada con mayor precisión.

Puede usarse también en combinación con un mapa para obtener rumbos sobre él, si bien resulta más cómodo hacer esto empleando una brújula cartográfica.


Existen otros tipos, que podríamos denominar “híbridos” entre las brújulas cartográficas y las militares, como pueden ser las brújulas de espejo, que intentan que en un sólo instrumento las virtudes de ambas.

Conocidas las anteriores, poco queda explicar sobre estas, más allá de que son básicamente brújulas cartográficas que, gracias al uso del espejo de que disponen, permiten obtener rumbos respecto de elementos reales en el terreno con una precisión similar a la que se obtiene con las militares.

PARTES DE UNA BRÚJULA

Si bien muchas de las partes de que se componen las brújulas son comunes a todos los tipos, existen algunas que son específicas de cada tipo. Por ello vamos a ver por un lado las partes de una brújula cartográfica y, por otro, las partes de que se compone una brújula militar o lensática.



Estos son los modelos que te puedo recomendar, claro que existen otros muchos mas los encuentras en cuchillos, llaveros y demás accesorios, todos estos sirven, claro que sirven pero estos dos son precisos e ideales para tu conocimiento y tus campamentos.












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